Vollering y Van den Breggen miden al SD Worx
¿Es más importante el continente o lo es el contenido? La pregunta parece sencilla, pero no lo es. Para cualquiera que haya estado al tanto de la actualidad ciclista del presente otoño, sabrá que el principal terremoto del panorama ciclista femenino a la altura del World Tour será el pase de la considerada por muchos mejor corredora del momento de SD Worx al FDJ Suez francés. Abandonar la estructura en la que se ha hecho como corredora y como estrella, donde se ha llevado las mayores alegrías y varapalos, es un movimiento que debe tener más intrahistoria que el mero cambio de aires por cuestión económica. La verdad tardará en salir a la luz, toda vez que el ciclismo femenino, si el masculino está dejado de labor periodística, se encuentra lejos del foco mediático y del círculo prioritario para muchos informadores de ciclismo, un deporte que de por sí no tiene la trascendencia actual que puedan tener otros deportes.
Para tratar de explicar la situación, recurriremos a la cronología. Era bien sabido que la holandesa debía renovar contrato con la escuadra más potente del panorama, pues este expiraba a finales de la temporada 2024. En marzo, el equipo ofrece un comunicado que viene a decir que realizaron una oferta a la corredora a través de su agente, la cual no fue ni siquiera contestada. Erwin Janssen, el mánager, reconocía que ante la no respuesta suponían que "Vollering no iba a continuar" con ellos. Si cambiamos de orilla, el mánager de FDJ nos da una visión bastante más elocuente de lo que parece, y delata que las cosas no debían estar muy bien en el conjunto de origen. Según declaraciones recogidas por Wielerflits, la ciclista de Pijnacker acordó los términos en primavera, debido a la gran sintonía entre ambas partes: "Ella quería un lugar tranquilo donde se respetaran las reglas, el contrato y, sobre todo, a las ciclistas", en palabras del propio Stephen Delcourt. ¿A qué se refiere con el respeto a las reglas, al contrato y a las ciclistas? ¿Acaso nos hemos perdido algo?
Se habla de un presupuesto más limitado por parte del SD Worx. El crecimiento a todos los niveles, pero también al contractual por parte de la belga Lotte Kopecky ha obligado a la empresa a esfuerzos que, en este caso, ha podido llevarse por delante la continuidad de la ganadora de Tour y Vuelta. Da la sensación que la doble campeona del mundo ha sido señalada como heredera del trono. En febrero el propio Janssen, mánager del equipo neerlandés, apuntaba a la dificultad de mantener a ambas estrellas en nómina, reforzando la idea de quedarse con Kopecky. La certeza de un liderato siempre en solfa y las negociaciones para renovar el compromiso entre ambas partes ha podido ser la fricción definitiva. Curioso que un equipo holandés opte por una corredora belga para liderarles, si bien es cierto que cuentan también con Lorena Wiebes, considerada la mejor velocista de la actualidad, y con Anna Van den Breggen, una de las mejores ciclistas de siempre que regresa a la competición vestida con los colores que la vieron marcharse en 2021.
Y ahora, claro, se aproximan dos escenarios interesantes. Por un lado, la entrada en nómina de Vollering ha obligado a los franceses a reajustar la plantilla. Juliette Labous, una de las mejores ciclistas del panorama francés e internacional, fichó por FDJ Suez en agosto. ¿Sabría del plan del conjunto galo si es verdad que en mayo ya conocían la llegada de Demi? Se unen a ellas dos ciclistas de gran talento y en posiciones diferentes con respecto a su carrera. Por un lado, la suiza Elise Chabbey y, por otro, la talentosa y joven Eglantine Rayer. Las bajas son también importantes, con la desafortunada Marta Cavalli dejando el equipo con destino en el DSM, y Cecilie Uttrup Ludwig marchándose al Canyon-SRAM de Niewiadoma, una de las grandes rivales de Vollering precisamente. Al final, las gallinas que entran por las que salen.
Pero el movimiento es mucho más que eso. SD Worx pierde a las grandes referencias para las grandes vueltas, al menos en cuanto a clasificaciones generales. La marcha de Marlen Reusser a Movistar y la de Niamh Fisher-Black al Lidl-Trek deja tiritando la plantilla de quienes hasta la fecha eran dominadores absolutos del calendario. Se supone que la apuesta por Kopecky llevará a la ciclista a probar suerte en el Tour como líder, algo excesivamente aventurado. Van den Breggen es una incógnita, como ella misma reconoce, quitándose toda la presión de encima. Eso o a renunciar a la pelea por algunos grandes podios, porque no se atisba un relevo para todas las guerras. Las clásicas quedan más que cubiertas y las victorias garantizadas. Entre Lotte y Wiebes, 36 victorias de las 64 cosechadas en total, casi un 50%. Vamos a ver hasta qué punto era importante el peso de Vollering en este dominio o si por el contrario va a cambiar el viento en el panorama internacional femenino con este movimiento.
¿El continente o el contenido? ¿Era SD Worx o era Vollering? Debates anónimos en España, donde la actualidad está más pendiente de las poco sorprendentes renovaciones de Movistar, del CX y de cualquier otra distracción que pase por delante. Mientras tanto, un terremoto que equivaldría a la marcha de Evenepoel o cualquier otro ciclista análogo a uno de los grandes nombres del panorama. Pero no importa, nos acordaremos del ciclismo femenino cuando no truene, al contrario del dicho de Santa Bárbara. Cuando convenga la pose, como siempre en este ciclismo más de redes sociales que de ciclismo.
Fotos: L'Equipe/FDJ/SD Worx
Interesante ver que va a pasar con estas dos ciclistas, si van a rendir como antes o si al final el paso del tiempo pasará factura a ambas. Puede ser que exista un cambio de lideratos en el ciclismo femenino de aquí a 2025
ResponderEliminarC'est un bon article mais Demi est venue a le pays correct pour gagner le Tour, on vera
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